Valeria Trápaga, sommelier de mate: “los argentinos saben poco sobre el mate”

Valeria Trápaga, sommelier de mate. Interés general.
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Valeria Trápaga, sommelier de mate: “los argentinos saben poco sobre el mate”

Valeria Trápaga, sommelier de mate. Interés general.

 

Una de las voces más respetadas en el mundo del mate como es la sommelier Valeria Trápaga, asegura que a pesar de que en Argentina el mate forma parte de la rutina cotidiana de la mayoría de nosotros, no sabemos mucho sobre nuestra infusión nacional.
En la Argentina se toma más que el agua, se comparte y, en la ronda, iguala las diferencias.
Trápaga señala que si bien se toma también en Uruguay, el sur de Brasil y Paraguay, «sólo en Argentina el sentido del mate está en el compartir». Sin embargo, la experta señala que los argentinos materos deben «desaprender para aprender» porque «saben poco de la bebida, ya que están aferrados más a mitos que a verdades».
En efecto, entre algunas de las costumbres mal aplicadas que son habituales la sommelier señala que «el 90 por ciento de los argentinos toman el mate con el agua a más de 85 grados, cuando debe estar entre los 70 y los 80 grados», entre otros mitos como que los mates de calabaza se curan con yerba usada (eso nunca sería posible porque es el tanino el que lleva adelante el proceso), que el polvo de hoja de yerba mate hace mal, o que tapar la parte superior de la bombilla evita que se tape.
Elegir la yerba es un paso ineludible para lograr un mate de calidad. Así, debemos observar la yerba mate, que el polvo sea polvo y no barrido, que los palos no tengan más de un centímetro y sean parejos, y que las hojas no estén negras ni amarronadas. Asimismo, también tenemos que aprender a “olerla para encontrar un aroma a hierba que no huela a papel quemado ni aserrín; y que al tacto pueda seguir moliéndose con las manos y se escuche al hacerlo que está bien secada», detalló.
El mate es otro de los factores que hacen a una cebada inolvidable. Los materiales recomendados por la experta son vidrio o calabaza: nunca de silicona, ni de madera, ni de caña ni de asta.
Trápaga destaca a los guaraníes como los descubridores de nuestro sabor autóctono, además desarrollaron el culto a la yerba y los rituales de compartirla que en alguna medida, seguimos hasta hoy.
«Ellos son los que dejan el compartir en el ADN de la yerba mate», señala la sommelier. Las bombillas y los porongos de calabaza llegaron recién tiempo después con la presencia de los jesuitas y los españoles, cuando en las misiones religiosas comenzó a producirse la yerba mate, que por entonces ganó el mote de «oro verde».
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1 comentario en Valeria Trápaga, sommelier de mate: “los argentinos saben poco sobre el mate”

  1. Muy bueno el informe. Quiero aclarar que la planta que produce las calabacitas con quyse hacen los mates poro o porongo, no es una hiedra, sino tenredadera cuyo nombre es lagenaria vulgaris, está mal escrito en el informe. En quechua se llama mati a la calabaza y de ahí resulta que le damos a la yerba , caa’, el nombre de su continente mate

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